¿Qué ocurre cuándo no es posible salvar un diente? Una vez se decide que un diente no se puede reconstruir o que el riesgo de mantenerlo en boca es mayor que el beneficio, se procede a la extracción dentaria. Ésta puede estar indicada por muchas causas, desde caries muy extensas o dientes con una movilidad muy acusada, hasta indicaciones ortodóncicas por falta de espacio o muelas del juicio.
La extracción dentaria puede ser simple o compleja, dependiendo de las condiciones del diente, y una vez extraído, al existir un espacio en una cavidad tan pequeña, se suelen observar múltiples consecuencias, como el desplazamiento de otros dientes a dicho espacio, cambios en la mordida, acúmulo de comida, desarrollo de caries y bolsas periodontales en los dientes adyacentes al espacio, por nombrar algunas de ellas, por ello es fundamental, una vez pasado el período de cicatrización, reponer esa pieza ya sea mediante implantes dentales o prótesis.