Tratamientos

Periodoncia

La periodoncia se ocupa, como su nombre bien indica al «periodonto», que son, por definición, los tejidos que rodean al diente. ¿Cuáles? La encía, el ligamento periodontal, el cemento radicular y el hueso que los rodea a todos ellos, o hueso alveolar.

Como ves, la periodoncia se ocupa de muchas cosas y es indispensable en la Odontología y cuidado y mantenimiento de tus dientes. Desde impartir técnicas de higiene oral básicas, a realizar limpiezas profundas de las raíces de los dientes, denominadas «curetajes», la periodoncia también tiene como objetivo mantener tus dientes, pero conservando los tejidos que lo soportan. En los casos en los que la encía ya se ha perdido de manera irreversible, y afecta a la función y a la estética dental, la periodoncia también se ocupa de intentar recuperarla mediante injertos de la propia encía.

Las enfermedades periodontales se clasifican de acuerdo con la gravedad de la infección y se dividen tradicionalmente en dos etapas: gingivitis y la periodontitis.

Gingivitis

La Gingivitis consiste en la inflamación de las encías, pero sin pérdida de hueso. Es el primer estadio de la enfermedad periodontal.

En su mayoría es debido a una mala higiene. El grado de inflamación suele ser proporcional al acúmulo de placa, aunque existen otros factores como el consumo de tabaco o fármacos que pueden influir en la respuesta de los tejidos. Una gingivitis mantenida en el tiempo acaba derivando en una Periodontitis (enfermedad periodontal o como comúnmente se la conoce, piorrea).

Periodontitis

La Periodontitis es una enfermedad crónica que cursa con la destrucción de los tejidos de soporte de los dientes, es decir, produce pérdida de hueso.

El sarro acumulado bajo las encías junto con las bacterias y otros factores como el tabaco, el estrés o la genética del propio individuo hacen que se desencadene esta enfermedad.

Síntomas
  • Sangrado de encías.
  • Retracción de encías.
  • Mal aliento y mal sabor de boca.
  • Aparición de “triángulos negros” o troneras entre los dientes por la retracción de las encías.
  • Movilidad dentaria.
  • Pérdida de piezas dentales.

Es fundamental un diagnóstico temprano y un tratamiento adecuado de la enfermedad para mantenerla controlada y evitar los devastadores efectos que puede producir en boca.

No esperes a que duela